El Cardenal Ricardo Ezzati, ha sido el blanco de diversas acusaciones sobre su amistad con el Cardenal Francisco Javier Errázuriz y supuestos acuerdos convenidos vía email. Varios Parlamentarios han levantado la voz, pidiendo explicaciones y destituciones, como es el caso del Senador Alejandro Guillier y el Diputado Matías Walker, que pide al Cardenal Ezzati no presentarse en el Te Deum Ecuménico de las fiestas Patrias.
Sin embargo, algunos de los Parlamentarios, han olvidado que la libertad es la consciencia para obrar según la propia voluntad de la persona, en un plano más general, se han olvidado que existen males que atentan no sólo a la Iglesia, sino a la sociedad en general, y sobre todo han olvidado que el principio de la verdadera libertad es elegir entre dos bienes el mayor. La Iglesia merece respeto en la libertad de tomar sus propias decisiones, siendo una institución con jerarquía y procedimientos propios.
Muchos son los silos donde han tenido que buscarse estrategias para subsanar determinados errores cometidos: en política, en economía, en el deporte, en catástrofes naturales, etc. el día de hoy, le toca a la Iglesia tratar de arreglar internamente sus propios asuntos. Por lo que la irrespetuosa intromisión de parlamentarios en este caso ¡ES UN DESPROPÓSITO!
Como bien se menciona estos son temas de interés público, pero la LIBERTAD y la RESPONSABILIDAD comienzan con la máxima de “el respeto al derecho ajeno es la paz”, hacemos un llamado a respetar la libertad de decisión de la Iglesia y a no entrar al juego de ser juez y parte, porque en materia de errores públicos, no hay partido político, empresa o rubro que se pueda librar totalmente.
Verónica Pulgar
Directora Ejecutiva
LIBRES
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