El precio de un encuentro

Maureen Walbaum

Licenciada en Educación

Nicole Peñaloza vive bajo el puente Bulnes por el río capitalino. Espera un hijo de Ernesto, ambos consumidores de droga. Nace la guagua, la toma el Sename y la da en adopción. Nicole queda embarazada de nuevo, a los 18 años. El Sename otra vez da la guagua en adopción. La maternidad de Nicole queda frustrada. Pero vive bajo el puente, consume drogas y su familia no la acepta. Se embaraza por tercera vez…

Hoy en día son muchas las personas que, como Nicole, viven este tipo de historias. Tal vez no vivan  debajo del puente, pero sí tienen una historia cruda que contar. Esta es la situación actual.

En la antigüedad las personas no se acercaban a los enfermos o las mujeres que se embarazaban fuera de un matrimonio porque eran considerados malditos de Dios. O tampoco a los extranjeros, porque, además de ser odiados, eran considerados como parte de una raza impura.

Por otro lado, en Chile de estos tiempos el panorama es totalmente distinto. Ya no somos tan rudos, pareciera, como para crucificar a alguien. Sin embargo, aún hay muchas personas que se sienten solas, despojadas de su dignidad, sin esperanza, sin rumbo ni sentido de vida y con muchas heridas en sus historias.

Y es que, más allá de las propias categorías, más allá de las estructuras o tradiciones que existan en un lugar determinado, hay algo que es superior a todo lo anterior. Algo que no se deja transar por nada: el Amor. No existe estructura más solida y más firme que el desinterés por ayudar, por servir. Si no tenemos esa ley rumiando en nuestro corazón no llegaremos a ninguna parte como sociedad.

Efectivamente se ve que no lo estamos haciendo porque cada vez más está creciendo la delincuencia o las tasas de depresión y de suicidio. Para qué decir de querer terminar con la vida del que está por nacer. La humanidad está con hambre de Amor, necesita ser alimentada, pero de un alimento honesto y solidario. .Que nuestra sociedad no castigue tan severamente ciertos actuares como antaño no significa que esta ha decaído Piénsese nada más en la ley que quiere permitir matar a niños antes de nacer o piénsese en el elevado porcentaje de niños que quieren suicidarse en el Sename. Por lo que, si bien no sería un rechazo o desprecio a viva voz, habría sí un rechazo al fin y al cabo.

Aun así hay personas que, no estando conformes ante la realidad, han decidido hacer algo concreto por ella. El Padre Alberto Hurtado en su tiempo también impactó en su círculo y en la sociedad al interpelar y cuestionar los actos de su familia acomodada. Algo similar y más actual ha sido el papel que Pía Salas, movida por involucrarse con la realidad trágica con que algunas personas de su país estaban viviendo decidió hacer algo por ellos: Ir a su encuentro. Ese encuentro creó un impacto tan profundo que la historia, para algunas personas del Mapocho, cambió en ciento ochenta grados.

La sociedad siempre impone ciertas normas que tendríamos que cumplir para ser mejores ciudadanos y contribuir al bien común. Sin embargo, hay que ser muy cuidadosos, porque más allá de la norma hay toda una profundidad que no siempre está a nuestra vista y que si la perdemos, podríamos quitar lo esencial, por lo que si este anhelo comenzara a nacer en los corazones chilenos ya no tendremos tantos casos como el de Nicole.

About the author

Agregar un comentario