¿Para qué queremos la Libre Competencia? Parte I

Por: Óscar Cárdenas Rossi

Abogado

Érase una vez una sociedad perfecta, en la que las autoridades son elegidas por votación popular y se reemplazan cada cierto tiempo. En esta sociedad perfecta existe un lugar llamado Mercado, en el que personas ofrecen sus productos a un precio razonable a otros que los demandan. No es necesaria la intervención del Estado, porque sabe que sin su intervención las cosas funcionan perfectas, en especial este sitio.

Cuando hay crisis económicas la sociedad perfecta sabe bien cómo actuar, porque el poder del Mercado es tan poderoso que es capaz de solucionar por sí mismo sus dificultades. Algunos producen más y otros menos, pero es por un tiempo prudente. Al final, todos ganan. Eso es lo lindo de esta sociedad perfecta. Hay veces en que el Estado quiere entrar para ayudarlo, lo cual es rechazado ferozmente por éste último, relegándolo a un segundo plano.

Cada uno actúa por su propia cuenta, el Estado por un lado y el Mercado por el otro. Solamente se tocan cuando van a conversar sobre algún tema específico, pero de ahí ambos se despiden como dos trabajadores que se van a sus casas. Todo esto parece perfecto e ideal, pero no es así.

Desde que se crea la teoría económica de Smith hasta el día de hoy, tanto Estado como Mercado no han actuado de manera separada. Es más, para los momentos de las crisis ambos se necesitan. Un ejemplo clarísimo es la salvada que les hicieron a los Bancos en nuestro país el año 1982 mediante un gran préstamo que les hizo el propio Estado y que, como muy poco saben, aún no ha sido pagada completamente. Además, el Estado también ha requerido al Mercado en momentos de crisis económica para aumentar las tasas de empleo y los índices macro y micro.

Porque hablar de Libre Competencia implica en la actualidad que existe un marco de reglas en el que oferentes y demandantes actúan dentro de un mercado para promocionar sus productos. La libre competencia por lo tanto representa esa “libertad de decisión de los que participan en el mercado, en un contexto en el que las reglas de juego son claras para todos y se cumplen efectivamente. La libre competencia se basa fundamentalmente en la libertad de elección tanto para el consumidor como para el productor” (Ver libre competencia)

En nuestro país existe Libre Competencia, eso lo tenemos claro. Sin embargo ha servido, más que para crear condiciones ideales en un Mercado, para que unos pocos abusen de sus posiciones dominantes, controlen los precios, se coludan entre ellos para que todos ganen lo mismo y evadan impuestos a diestra y siniestra. ¿Es esa la verdadera esencia de la Libre Competencia? Entonces, ¿para qué queremos Libre Competencia? ¿Más Estado controlando al Mercado? ¿Más Mercado para relegar al Estado a un rol secundario?, o ¿un Mercado que tiene las reglas claras con Instituciones fundadas por el Estado que actúen y sancionen cuando el primero quiera pasarse de listo?

Eso lo dilucidaremos en la siguiente entrega.

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