¿Por qué la desconfianza de los Chilenos hacia la clase política?

Por: Maite Monsalve Morales

Licenciada en Ciencias Jurídicas

Sin duda una de las palabras más reiteradas en la prensa es la palabra “desconfianza”. Ya no se cree en las personas o se cuestiona absolutamente todas las acciones que hacen tal o cual grupo. Tras los escándalos ventilados en los medios de comunicación se ha sembrado un clima de inseguridad en la gente y no cabe duda que hay un problema: Las personas no están a gusto con quienes nos representan hoy en el Parlamento o en el Ejecutivo.

Frente a una afirmación así se hace necesario buscar la causa, el motivo que induce a que la sociedad en general no se sienta feliz con la representación política. Es por eso que se hace necesario analizar una serie de variables para poder responder a esta interrogante y no hay nada mejor que consultar a los dos protagonistas de esta historia: Las personas y la clase política.

A partir de los resultados arrojados en el Informe “Habla Chile”, elaborado por Influyamos, en el cual les hicieron una serie de preguntas a distintas personas en diversas comunas de nuestro país, se obtiene que, frente a la pregunta ¿Cuál es la cualidad que usted más valora en quienes cumplen funciones como líderes políticos, sindicales o empresariales? Un 48,2% se inclinó por la honestidad. Ante la pregunta ¿Cuáles son los tres problemas a los que debería dedicar un mayor esfuerzo en solucionar el gobierno? los resultados fueron: Salud (66%), Delincuencia (48,8%) y Educación (32,1%), mientras que la necesidad de una Nueva Constitución está en un 6,6% solamente; y, ¿Con qué asocia más usted su felicidad? Es tener una familia estable (42, 1%) versus Acumular dinero para no trabajar (2,6%).

Por otra parte, en el ENADE 2015, organizado por ICARE, se trató un tema muy relevante a propósito de los problemas políticos que se presentaron durante el año. Una de las preguntas que se formularon a la clase política y empresarial fue: ¿Cómo se recupera la confianza? Algunos dijeron que hay que hablar más francamente el problema, otros hablaron de que se debe construir una institucionalidad en la que todos sean parte del proceso, otros hablaron de la necesidad de liderazgos nuevos, por lo que definitivamente no pudieron responder, a mi juicio, la pregunta elaborada por el moderador.

En base a las fuentes expuestas se puede llegar a puerto: El problema que hay en nuestro país de desconfianza se basa principalmente en que las personas desean soluciones que se presentan en su cotidianidad y que son mucho más esenciales y menos complejas que las que la clase política y empresarial cree.

Entonces la invitación es a que si se quiere que Chile vuelva a creer en sus dirigentes, éstos comprendan el lenguaje de la gente y solucionen esos problemas esenciales, en vez de imponer un discurso que a la larga no va a ser beneficioso en lo absoluto para nuestro país. La mejor palabra que describe la enseñanza que debería aprender la clase dirigente chilena es empatía y no un tecnicismo que deje a gran parte del país fuera. Si queremos ayudar a la gente, pongámonos en su lugar.

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